La Guía de Inmigrante
El Dios del Trabajo
Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de creación, y descansó de toda su labor. 3 Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ése fue el día en que descansó de toda su obra de creación.—Génesis 2:2-3, NTV
Los inmigrantes se conocen en todo el munco como gente que quiere trabajar. Donde el trabajo es más duro, más largo y más peligroso, allí siempre encontramos a los inmigrantes. Es una tremenda dignidad saber que el primer trabajador, el primer obrero mencionado en la Biblia es Dios mismo. Él entiende la satisfacción que viene a quien ve el fruto de su labor, capta el placer del descanso bien merecido. Al verlos a su imagen y semejanza descando después de cumplir sus responsabilidades hacia su familia y sus prójimos, los ojos de Dios brillan con orgullo. Los tiene siempre en su corazón. Pero imagínese la decepción que Dios siente para los que obran el mal.
A veces el placer del trabajo puede ser diminuido por la experiencia de un mal patrón. Pero Génesis 2 también tiene algo que decir al respecto. Génesis 2:15 dice: “The Lord God placed the man in the Garden of Eden to tend and watch over it.” El que Dios se revele como el primero que da trabajo a otro, se entiende por lo tanto que Dios fue el primer patrón. Esto dignifica el estatus del patrón y significa que todo el proceso del trabajo puede ser santo.
Si tenemos buenos patronos o malos en la tierra, a final de cuentas, Dios es nuestro patrón. Cuando trabajamos con el deseo de complacerlo a Él, eso garantiza la dignidad de nuestra obra.
Copyright©2021 por Joseph L. Castleberry. Todos los derechos reservados.
Dr. Joseph Castleberry es presidente de Northwest University in Kirkland, Washington. Es autor de Los Nuevos Peregrinos: Como los inmigrantes están renovando la fe y los valores de los Estados Unidos (Worthy Publishing, 2015).